lunes, 24 de marzo de 2008

EL QUE SE ENOJA PIERDE

¿POR QUÉ TAN ENCABRONADO? (PRIMERA PARTE).
Las investigaciones (¿de quién?) los confirma: Los hombres estamos encabronadamente muy encabronados. El problema de todo esto es que la IRA no solo nos hace daño, NOS ESTA MATANDO. El escenario: Una noche de lucha libre, uno de los contendientes notoriamente más pequeño que el otro y en desventaja por tamaño, estatura y peso; vuela de un lado a otro por los golpes de su contrincante, toda su cara está cubierta de sangre pero su orgullo le impide retirarse y esto le hace aceptar la brutal golpiza que le están propinando. El público grita entusiasmado y se dividen los apoyos para uno y para otro, de pronto el réferi detiene la pelea para evitar una tragedia; resultado: el público indignado comienza a lanzar improperios y toda clase de objetos hacia el ring, la violencia se traslada del área de pelea a las graderías y todo se convierte en un pandemónium.
¿Por qué tanta ira? Y no estoy hablando de los participantes si no de las personas del público, la violencia entre las personas del público que asiste a eventos deportivos va creciendo aceleradamente, el número de hombres encabronados adulto y jóvenes va en aumento. De hecho su enfermedad tiene un nombre: Desorden Explosivo Intermitente (DEI).
Hay estudios muy importantes desde 1980 realizados en importantes universidades en todo el mundo, una de ella es la de Harvard que expone que este desorden es más importante de lo que la mayoría piensa. Son pocas las personas que acuden a buscar ayuda profesional por qué no logran controlar su temperamento. Y aquellos que lo hacen, dicen los investigadores, sufren de un mal diagnostico, confundiéndose con otros problemas mentales. En el momento de la investigación situaban que el número de personas con DEI en los EUA era de menos del 0.5% de la población. Lo que llevaría a concluir que casi uno de cada 10 hombres adultos demuestran agresividad desproporcionada de manera rutinaria, y se encuentran tan encabronados que incluso llegan a dañar propiedades, amenazan o lastiman a otros. Los investigadores estiman que esta situación afecta a la mitad de las mujeres.
Algunas personas piensan que el enojo no es un gran problema. Pero existen graves efectos secundarios. Las personas que sufren de DEI son mucho más propensas a pasar por un divorcio, tienen trabajos menos redituables y menos amigos con la misma educación o nivel socio-cultural.
Los síntomas son fáciles de detectar: El conductor que se la pasa mentando madres con el claxon de su vehículo al ir conduciendo, invade el carril contrario sin precaución y además se empareja a buscar pleito o amenazar y esto cuando el nivel de su agresividad aun no ha traspasado los límites de la cordura, porque si esto ya ocurrió, la violencia física puede ser algo común por que ya no tiene más que perder o los líos con la justicia lo tienen sin preocupación. Un ejemplo clásico de nuestro México es: La violencia dentro de los estadio de futbol durante algunos partidos y por no decir que en todos, las llamadas BARRAS BRAVAS o HOOLIGANS en otros países, pueden poner en aprietos a los cuerpos de seguridad y como es conocido por todos; algunas víctimas fatales a causas de estos sucesos ya son parte de las estadísticas, tanto en México como en el resto del mundo y la violencia no solo se limita al futbol, por que el hecho es de que solo un hombre encabronado encienda la mecha de la violencia los demás a su alrededor terminan estallando y la onda explosiva alcanza a los involucrados y a inocentes.

jueves, 13 de marzo de 2008

DE QUE SE PEGA... SE PEGA!!

Todos queremos de alguna manera buscar donde “pegar el chicle” dicho de otra manera; pasamos muchos días con sus noches buscando a una mujer o varias según sea el caso, con las cuales desahogar nuestras más bajas pasiones y desenfrenadas fantasías, queremos encontrar “donde meterla” y no a la chica en cuestión si no al “amigo” de muchas faenas. Pero estas aventuras pueden tener algunas nefastas consecuencias siempre y cuando nos dejemos llevar por la irresponsabilidad y bajemos la guardia en cuanto a lo que a protección se refiere.
Como hombres somos muy renuentes a creer que los peligros nos pueden alcanzar, que las tragedias solo le ocurren a otros y no a nosotros. Uno de estos riesgos es el contraer una enfermedad de transmisión sexual; así que lo que a continuación describo es una breve descripción de una de las enfermedades que más incidencia tiene actualmente entre las parejas sexualmente activas de este país.
LA ENFERMEDAD SILENCIOSA.
El virus del Papiloma Humano causa la infección sexual más común en hombres y mujeres.
El sexo es una de las actividades más divertidas y más cuando hay amor y confianza. Te puedes dejar llevar sin restricciones ni tabúes, puedes experimentar una que otra vez con tu pareja y usar tu creatividad más allá del límite y esto no tiene precio ni comparación. Lo malo es que siempre existen riesgos que nos llaman a ser RESPONSABLES. El virus del papiloma humano (VPH) causa la enfermedad venérea más frecuente en el mundo y que si no se atiende oportunamente, puede ser mortal sobre todo para las mujeres.
Aunque parezca una mentira, el VPH abunda, la evidencia más común son los mezquinos y los ojos de pescado. Existen más de 200 tipos de VPH, los cuales causan tanto enfermedades benignas como malignas en la piel y en las mucosas. De éstos, 40 son de transmisión sexual y provocan verrugas genitales, conocidas también como CONDILOMAS. Se calcula que más de la mitad de la población sexualmente activa está infectada con este virus, y lo peor es que la mayoría ni siquiera lo sabe porque no tiene ningún síntoma (ardor durante el coito, secreción vaginal y, en algunos casos, sangrado).
El periodo de incubación del VPH depende del sistema de defensa en cada persona: pueden ser semanas, meses o años, por eso es importante el chequeo médico periódicamente para evitar el contagio a la pareja (los hombres son quienes menos pierden; según las estadísticas, menos del 1% desarrolla cáncer de pene a causa del VPH). Pero no hay que confundirse, si el diagnóstico resulta positivo, no significa que tu pareja o tú tendrán verrugas y luego una enfermedad maligna. De los 40 tipos del VPH que producen lesiones en los genitales, sólo cuatro son de alto riesgo y, en algunos casos provocan cáncer cervicouterino, por cierto la segunda causa de muerte en las mujeres.
Desgraciadamente aún no es posible tratar el VPH, sólo se eliminan las verrugas, sin embargo nadie garantiza que no vuelvan a salir. La decisión de usar un tratamiento en lugar de otro depende del tipo, la ubicación y la extensión de las mismas. Los métodos más eficaces son la crioterapia (congelación de las células dañadas), el rayo láser y la electrocirugía. Además, en algunos casos, se usan sustancias que se aplican directamente en las lesiones y medicamentos para fortalecer el sistema inmunológico.
Así que ya lo sabes: el virus del papiloma humano es un problema de pareja. Bien vale buscar información y cuidarse mutuamente. Sí algún día tienen condilomas, no debe de ser el inicio de reproches y toneladas de desconfianza, ni empiecen con que “yo no fui” y se quieran lavar las manos porque no son capaces de reconocer que en alguna relación pasada uno de los dos se pudo haber infectado. Todos tenemos una parte de la culpa y lo más sensato es buscar remediar dentro de lo posible el daño presente.
Hay muchas acciones que deberíamos llevar al cabo para prevenir o atenuar las severas consecuencias causadas por el VPH.
La básica y casi imposible: TENER UNA SOLA PAREJA SEXUAL… No andar de caliente por doquier!
Usar condón, aunque siendo realista este no es muy efectivo ante el VPH, porque deja al descubierto zonas que pueden estar infectadas.
Los juguetes sexuales también pueden transmitir virus, así mismo el instrumental médico que no esté esterilizado.
En las mujeres practicarse el examen del Papanicolaou, pues en ellas el virus puede alojarse en el interior de la vagina. Para confirmar el diagnóstico, no está de más realizarse también una COLPOSCOPÍA.
Nosotros debemos revisarnos periódicamente los genitales para detectar cualquier protuberancia, aunque no encontremos nada y no queremos quedarnos con la duda, entonces podemos hacernos una penescopía o la prueba de Polimerasa de ADN, que se realiza con un pedacito del prepucio (piel que cubre la punta del pene).
El abuso de las bebidas alcohólicas, fumar en exceso y el consumo de drogas baja las defensas del organismo.
Estimular el sistema inmunológico con ejercicio y una dieta sana: aumentando el consumo de antioxidantes, vitaminas, fibras y ácido fólico y moderar el consumo de carnes rojas y evitar los alimentos enlatados nos traerá beneficios que aumentaran las defensas del cuerpo.
Y ya por último, si eres uno de los míticos hombres que aún son vírgenes, no estaría de más la aplicación de la vacuna contra el VPH, que ya está en el mercado pero que tiene algunas restricciones de acuerdo a la edad y sexo. Consulta a tu médico.
Ya lo saben: Con ver nada se pega... Pero dejen de ver NALGAS y Comenten!!